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| Fotografía: Luis Calabor |
Tras la disputa ocurrida el pasado 15 de mayo al tensión sigue vigente en el barrio Cadagua. El Ayuntamiento de Barakaldo ha garantizado que tanto la Ertzaintza como la Policía Municipal permanecerán en el barrio durante el tiempo que sea necesario. A pesar de esto los altercados siguen sucediéndose y los vecinos no pueden vivir tranquilos.
Los sucesos ocurrieron en la tarde noche del 15 de mayo cuando se dio una pelea que se saldó con dos heridos por arma blanca y que acabó enfrentando a una familia de etnia gitana y al resto de vecinos.
Según relata Janire Díez, vecina del barrio, la trifulca comenzó con una discusión por motivos banales entre dos jóvenes del barrio, amigos desde niños. Uno de ellos, A.H. de 27 años de edad fue en busca de su familia mientras el otro, J.A.S. de 23 años intentaba meterse en casa. Al ver que Agustín volvía acompañado de un grupo de unas 20 personas cargadas con palos y navajas, no le dio tiempo, y buscó refugio en casa de uno de los vecinos. Segundos después A.H entró en su búsqueda y J.A.S, al verse acorralado se dirigió a la terraza, donde continuó la pelea.
Los vecinos no pueden asegurar quien fue el agresor porque la reyerta, en la que participaban al menos 9 personas, ocurrió en un espacio muy reducido sin apenas visibilidad. La disputa terminó con dos apuñalados, A.H, que resultó herido de gravedad por un corte en el tórax y J.H, de 15 años de edad, con una puñalada en la espalda.
Los padres de J.A.S. que acudieron en su ayuda fueron apaleados, según los vecinos, por familiares de los apuñalados. Ambos tuvieron que ser atendidos por Sanitarios de la DYA.
Una ambulancia se encargó de trasladar al joven de 15 años, el otro fue recogido por familiares y conducido en coche al Hospital de Cruces. Según fuentse policiales, este último estaba en busca y captura por un juzgado de Vitoria acusado de un delito de hurto, por lo que fue puesto a disposición judicial tras ser dado de alta.
J.A.S fue detenido el 16 de mayo, cuando se entregó él mismo en la comisaría de Sestao. Un día después el padre, J.M.S. de 51 años también era detenido por participar en la pelea. Tras prestar declaración ante el juez ambos fueron trasladados a la prisión de Basauri pero el ingreso de A.H. en dicha prisión motivó el traslado de los acusados por su agresión para evitar posibles conflictos.
La Concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Barakaldo, Olga Santamaría, se ha comprometido a garantizar la seguridad del barrio y a reforzar la presencia policial. Actualmente hay entre dos y cuatro patrullas de la Ertzaintza y Policía Municipal permanentemente. Además, la asociación Iniciativa Gitana está actuando como mediadora entre las partes afectadas, pero los vecinos no creen que la negociación vaya a ser una solución porque, pese a los avisos, no han cesado los insultos ni los altercados. Siguen amenazando a los vecinos incluso ante la presencia policial, por lo que ha habido varios detenidos.
La madre y esposa de los detenidos ha sido increpada y amenazada al acudir a la vivienda a recoger algunos enseres, a pesar de que avisan siempre a la policía y llegan escoltados. Janire explica que el jueves 26, un joven se colocó ante el coche de su madre cuando se disponía a salir y al ver que un agente se acercaba la amenazó, "le dijo que cuando se marchara la policía, la mataría".
Los vecinos se quejan de que llevan años conviviendo con ellos, y aunque nunca habían llegado hasta este punto, soportan ruidos, insalubridad, robos y daños protagonizados por miembros de la familia gitana. Janire afirma que han denunciado estos hechos en numerosas ocasiones "nos tiran briks llenos de piedras, nos insultan y amenazan". Además, aseguran que los niños no están escolarizados, ya que se les ve en la calle en horario académico. La tensión mantiene en vilo a estos vecinos que viven atemorizados esperando una solución definitiva.
