Fotografía: Raquel Fernández |
Actualmente, alrededor de 40 feligreses de todas partes de China acuden a estas misas, cuyo responsable es el cura Alfonso Zhang. A pesar de las dificultades para encontrar un horario compatible para todos, debido a sus diversos trabajos, se ha logrado dar regularidad a la celebración litúrgica de la misa en chino a las 6 de la tarde, el segundo y cuarto domingo de cada mes.
La decisión de realizar las misas en la parroquia de Cruces se tomó para facilitar la asistencia a la eucaristía del mayor número de fieles posible. Esta nueva ubicación tiene la ventaja de encontrarse en el centro de la zona metropolitana en la que se encuentra la
Fotografía: Raquel Fernández |
Este grupo católico chino, que agrupa a los feligreses de Bilbao y los alrededores se formó en septiembre de 2009, animados por los Jesuitas de la comunidad de Deusto. Hoy en día, esta comunidad está asentada como referencia para todos los chinos católicos de la zona.
La primera misa se celebró en la capilla bilbaína de Arrupe Etxea, el 27 de septiembre de 2009, contando con la asistencia de varios jesuitas y del vicario de Bilbao, José Luis Achótegui. Desde noviembre de ese año, las ceremonias se trasladaron a la Iglesia de los Santos Juanes, gracias al apoyo del entonces obispo Ricardo Blázquez y de su auxiliar y actual obispo Mario Iceta. Se pretendía con ese cambio facilitar la asistencia de los fieles a un templo mejor comunicado que estaba situado en el Casco Viejo.
Fotografía: Raquel Fernández |
Alfonso Zhang es un cura diocesano chino, de 40 años, ordenado presbítero hace 10, que lleva 3 años estudiando en la diócesis de Bilbao. En principio vino a hacer la licenciatura en teología y vivía en el colegio mayor de Deusto. Ahora su obispo le ha
solicitado que completase su formación realizando también el doctorado.
Mientras culmina sus estudios, que prevé terminar en dos años, vive en la residencia parroquial de Zorroza y colabora como auxiliar en las iglesias periféricas de Barakaldo.
Fotografía: Raquel Fernández |
Zhang explica que se ha adaptado muy bien, incluso ahora emplea uno de los domingos que le quedan libres de cada mes para celebrar otra misa en Zaragoza. Apenas ha encontrado diferencias entre la comunidad católica oriental y la vizcaína, "sólo cambia el idioma".